miércoles, 21 de noviembre de 2007

El fin de un proceso.

Al comenzar el curso de didáctica de la estadística, pensé que éste estaría relacionado con métodos y estrategias que me permitieran, una vez egresado de nuestra carrera, enseñar de forma dinámica los contenidos referentes a estadística y probabilidad a nuestros alumnos. Sin embargo, fue un balde de agua fría, puesto que, me hizo darme cuenta lo deficiente que estaba para “enseñar” y formar a individuos en base a tales contenidos. Por un lado, noté que no manejaba ciertos contenidos de estadística y probabilidad, además de conceptos y definiciones relacionados con el tema. Por otra parte, la particularidad de mis conocimientos no me llevaba a concretar una generalización de un tema específico, puesto que, sólo sabía realizar ejercicios puntuales, que me impedían demostrar una determinada conjetura. ¿Cuándo un profesor está listo para realizar su labor? ¿Cómo influye la practica en su formación? ¿Estamos recibiendo los contenidos necesarios para adquirir una formación de calida?.
Estas y muchas interrogantes son difíciles para un alumno de pedagogía poder responderlas, puesto que, su formación está a cargo de los decentes, los cuales seguían por la malla curricular. Sin embargo, las personas que ingresamos a una carrera desconocemos si los contenidos que aparecen en la malla son los indicados para formar buenos profesores. Además, los estudiantes tienen poca participación sobre cuales son sus intereses al momento de ser formados.
Esta asignatura me sirvió, además de repasar, conocer y comprender determinados conocimientos, para reflexionar sobre el rol que desempeña un buen docente, el cual debe estar en constante perfeccionamiento para tener un conocimiento actualizado de los temas a desarrollar, que permita lograr un buen aprendizaje en sus alumnos, junto con tener presente que un profesor de matemáticas debe desempeñarse bien en todos los ámbitos, desde solucionar problemas hasta escribir un blog.
Hoy, faltando muy poco para terminar este proceso, creo que esta asignatura, si bien fue muy distinta a lo que yo cría, puesto que, para mí la palabra didáctica está relacionada con “estrategias metodologías”, así como Comenio la define como “el artificio universal para enseñar todas las cosas a todos, con rapidez, alegría y eficacia” nos ayudó a comprender que lo principal antes de enseñar, no es la forma en que se enseñe, puesto que, ese es sello personal de cada profesor, sino saber el significado de lo que se desea transmitir.
La misión de un profesor hoy en día es muy ardua. Debe alcanzar un aprendizaje de calidad en sus alumnos para paliar la crisis que esta viviendo la educación. Por otra parte, debe otorgar las herramientas necesarias que permitan a los estudiantes alcanzar una formación para vivir en paz y armonía con sus semejantes. El curso de didáctica de la estadística, nos dio una pequeña mano en esta misión, al aprender nuevas técnicas y corregir nuestros errores en cuanto a estadística y probabilidad, que nos llevará el día de mañana a realizar una buena labor.

1 comentario:

fluver.solis.mateo@gmail.com dijo...

muy interesante el texto sobre didáctica estadística, leí el artículo al pensar que la dictàtica de la enseñanza en muchos tópicos como la estadística ya es obsoleta, si se quiere aprovechar el esfuerzo del educando como debe ser, simplemente se cumple con enseñar formulas que ya debe actualizarse desde el punto de vista de la didáctica en el aprendizaje