miércoles, 28 de noviembre de 2007

¿Aprendizaje memorístico?

Mis queridos lectores, este puede ser el último blog que realizó para ustedes, y digo “puede ser”, porque todo dependerá si apruebo o no el ramo de didáctica de la estadística. Sin embargo, antes de despedirme, voy a ser mi último comentario respecto al único certamen que tuve en esta asignatura, a modo de consejo a todas aquellas personas (profesores, padres, gerentes, administradores, etc.) que algún día deseen saber cuanto ha aprendido un sujeto un cierto contenido. El certamen que realicé, constaba de 25 preguntas de alternativas, las cuales habían sido extraídas de 6 apuntes entregados en clase, relacionados con estadística y probabilidad. Desde mi punto de vista, el uso de alternativas facilita la tarea tanto del estudiante como del profesor. Por un lado, el alumno demora menos tiempo en contestar las preguntas, al igual que el docente demora menos tiempo en revisarlo. No obstante, ¿será una buena herramienta para medir el aprendizaje en los alumnos el uso de alternativas? ¿Un alumno no sabe un contenido si no identifica la alternativa correcta? o ¿Realmente lo sabe si la identifica? ¿Dónde queda la subjetividad en la comprensión de un contenido?.
Desde mi perspectiva, el uso de alternativas no mide el aprendizaje significativo de un alumno, sino la capacidad de recordar información. Este tipo de herramientas, lleva a que los estudiantes tiendan a desarrollar un aprendizaje memorístico, al leer y memorizar, más que interpretar. Cuando desarrollé dicho certamen, pude responder algunas preguntas que lograba relacionar con lo que había comprendido de los textos, mientras que hubieron otras de selección múltiple, del tipo: a) I, II, III; b) I, III y IV, etc. que no lograba encontrar una respuesta correcta, puesto que, no me generaban una seguridad si estuvieran correctas al no “recordar” todas las respuestas que allí aparecían. Este tipo de preguntas no son efectivas para decir si un alumno aprendió o no, ya que, el educando puede identificar respuestas correctas como incorrectas dentro de una sola alternativa, aún así para un profesor, una respuesta que no englobe todas las que corresponden, es considerada “mala”, pero el docente no logra identifica las fallas de los alumnos ni cuales son las necesidades que presentan para aprender un tema.
Mis fieles lectores, la única forma de saber cuando una persona ha logrado aprender un tema, es cuando ésta es capaz de explicárselo a alguien más con sus propias palabras. Espero que esta pequeña reflexión le sirva el día de mañana y que tomen en cuenta que, más que calificar a una persona con un dibujo llamado nota, debemos saber cuales son sus dificultades para aprender, y así poder otorgarles una mano.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

El fin de un proceso.

Al comenzar el curso de didáctica de la estadística, pensé que éste estaría relacionado con métodos y estrategias que me permitieran, una vez egresado de nuestra carrera, enseñar de forma dinámica los contenidos referentes a estadística y probabilidad a nuestros alumnos. Sin embargo, fue un balde de agua fría, puesto que, me hizo darme cuenta lo deficiente que estaba para “enseñar” y formar a individuos en base a tales contenidos. Por un lado, noté que no manejaba ciertos contenidos de estadística y probabilidad, además de conceptos y definiciones relacionados con el tema. Por otra parte, la particularidad de mis conocimientos no me llevaba a concretar una generalización de un tema específico, puesto que, sólo sabía realizar ejercicios puntuales, que me impedían demostrar una determinada conjetura. ¿Cuándo un profesor está listo para realizar su labor? ¿Cómo influye la practica en su formación? ¿Estamos recibiendo los contenidos necesarios para adquirir una formación de calida?.
Estas y muchas interrogantes son difíciles para un alumno de pedagogía poder responderlas, puesto que, su formación está a cargo de los decentes, los cuales seguían por la malla curricular. Sin embargo, las personas que ingresamos a una carrera desconocemos si los contenidos que aparecen en la malla son los indicados para formar buenos profesores. Además, los estudiantes tienen poca participación sobre cuales son sus intereses al momento de ser formados.
Esta asignatura me sirvió, además de repasar, conocer y comprender determinados conocimientos, para reflexionar sobre el rol que desempeña un buen docente, el cual debe estar en constante perfeccionamiento para tener un conocimiento actualizado de los temas a desarrollar, que permita lograr un buen aprendizaje en sus alumnos, junto con tener presente que un profesor de matemáticas debe desempeñarse bien en todos los ámbitos, desde solucionar problemas hasta escribir un blog.
Hoy, faltando muy poco para terminar este proceso, creo que esta asignatura, si bien fue muy distinta a lo que yo cría, puesto que, para mí la palabra didáctica está relacionada con “estrategias metodologías”, así como Comenio la define como “el artificio universal para enseñar todas las cosas a todos, con rapidez, alegría y eficacia” nos ayudó a comprender que lo principal antes de enseñar, no es la forma en que se enseñe, puesto que, ese es sello personal de cada profesor, sino saber el significado de lo que se desea transmitir.
La misión de un profesor hoy en día es muy ardua. Debe alcanzar un aprendizaje de calidad en sus alumnos para paliar la crisis que esta viviendo la educación. Por otra parte, debe otorgar las herramientas necesarias que permitan a los estudiantes alcanzar una formación para vivir en paz y armonía con sus semejantes. El curso de didáctica de la estadística, nos dio una pequeña mano en esta misión, al aprender nuevas técnicas y corregir nuestros errores en cuanto a estadística y probabilidad, que nos llevará el día de mañana a realizar una buena labor.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

¿Por qué es importante estudiar probabilidades?

Los planes y programas de matemática en formación general de educación media, hacen hincapié a contenidos referidos a estadística y probabilidades, con el propósito de desarrollar el conocimiento abstracto en los estudiantes y además, formar personas competentes a las nuevas exigencias que demanda la sociedad. Sin embargo, esto esta lejos de ser cierto.
Una de las falencias que presenta el sistema educacional, es que los estudiantes no logran interpretar la importancia de los contenidos adquiridos en los establecimientos educacionales dicha afirmación es avalada por los resultados deficientes de variadas pruebas como el SIMCE a nivel nacional, o antiguamente la PISA a nivel internacional.
Cuando a un alumno le preguntamos por el término “probabilidad”, no tiene una visión clara de su definición, sin embargo, asocia este concepto a juegos de azar, lanzamientos de monedas y dados, que de cierta manera están estrechamente relacionados. No obstante, al preguntarle ¿cuál es la importancia de las probabilidades?, no logra establecer una respuesta concreta. ¿Por qué ocurre esto? ¿Qué grado de responsabilidad tiene el profesor? ¿Es necesario que los estudiantes conozcan los contenidos probabilísticos?
Cuando un profesor le enseña un determinado contenido a un estudiante, lo hace con la finalidad de que lo aprenda, de tal manera que pueda utilizarlo en la resolución de problemas de la vida diaria, o más aún, desarrollar su conocimiento abstracto. Sin embargo, en el caso de las probabilidades, los docentes son muy limitados en cuanto al manejo de los contenidos, guiándose primordialmente por los textos escolares, los cuales si bien abordan los contenidos de manera precisa, no abarcan más allá las realidades que viven día a día los alumnos, limitándolos solo a abordar los contenidos desde una perspectiva.
Las probabilidades son una herramienta fundamental en el desarrollo de un individuo que van más allá de realizar experimentos aleatorios y juegos de azar, son una forma de entender el mundo, ampliar nuestra forma de pensar y acercarnos al resultado de un presunto evento para afrontarlo, de tal manera, que sea productivo para nosotros. Más que saber que la probabilidad que salga cara al lanzar una moneda es , es comprender e interpretar que me dice tal cifra, que puedo hacer con ese conocimiento o como lo puedo adaptar en mi vida.
La colombiana Laura Martignon, destacada Doctora en Matemática de Tubingen, Alemania, fue una de las renombradas académicas que defendió la tesis de que la aplicación del conocimiento probabilístico desde la primera escolaridad constituye una de las herramientas primordiales a la hora de resolver problemas. En su exposición, denominada "Desde el razonamiento lógico al probabilístico en los niños", afirmó que una de las características fundamentales de las probabilidades y las estadísticas es que son emancipatorias. Permiten esclarecer el conocimiento y la información numérica de representaciones complejas, como también reducir las implicancias de la incertidumbre en la conducta humana. (Fuente: http://www.uchile.cl/uchile.portal?_nfpb=true&_pageLabel=not&url=4045)
La educación nos permite, más que adquirir conocimientos, ampliar nuestra forma de ver y entender todo lo que nos rodea; pensar de manera distinta, pero a la vez aceptar las buenas ideas; preguntarnos el por qué de las cosas, sin dañar el bien común; adaptarnos al cambio aceptando nuestras raíces. La misión que tiene un profesor, además de lograr que sus alumnos aprendan los contenidos, es lograr que desarrollen su capacidad de pensar, de preguntarse cosas y de ampliar sus fronteras más allá de la sala de clases. Las probabilidades son una buena forma de lograr tales objetivos al momento interpretarlas y ver todo lo significativo que hay detrás de ellas, que va desde un alzamiento de dados hasta grandes decisiones. Hoy en día los profesores tenemos una importante labor con las nuevas generaciones, que es abrirles las puertas hacia el nuevo mundo, de una forma íntegra y adaptable, que les permitirá surgir a través del tiempo.